sábado, 7 de marzo de 2015

2,

Estoy aquí, una vez más, a veces no es suficiente los nudillos en la pared, el humo, las gotas, ni siquiera la música, a veces necesitas soltar la porquería, escribiendo, no se por que pero ocurre, quizás pensamos que así se va a quedar ahí, y no vamos a seguir tragándola... Aunque no funciona así, necesitas escribir.
Así sucede con otras cosas, hace de todo pensando que así se va arreglar algo, que no vas seguir comiendo basura, y al final, tus esfuerzos no sirven para nada y vuelves a tragártela... ¿Cuántas veces no te has tragado el orgullo y has tenido que comerte como la otra persona no era capaz de hacerlo una vez por tí? ¿Cuántas veces has tenido mil detalles con alguien y no has visto ni una parte de ellos devueltos? ¿Cuántas veces no te te has matado estudiando para un examen y el profesor ha decidido ese día joder de muchas maneras? Miles, miles y miles de veces...
Es agotador escuchar que todo esfuerzo merece la pena, y ver como se ponen las cosas en tu contra, que a veces el esfuerzo de uno solo no es suficiente, que si no se esfuerza la otra persona, las cosas no van bien, se desestabiliza, se cae, se rompe, se olvida. Esperas lo que no va a llegar, lo sabes, pero sigues esperando, tu tan ciego, ella tan sorda.
Es una discusión entre yo, conmigo y nunca sé de que parte ponerme y tú tampoco me ayudas. A veces no lo entiendo porque en otras oportunidades lo has hecho. Eres tan desconcertante tan simple que me pareces complicado, y yo soy tan frágil contigo que me causa miedo. Miedo porque me han roto muchas veces, que no soportaría ver otra vez romperme luego de haber pegado los trozos... La espera es una aliada, pero a la vez puede ser tu mejor-peor enemigo.

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